Una vez le preguntó el discípulo a su Maestro: «¿Qué es Buda?».
Y el Maestro le respondió: «La mente es Buda».
Volvió otro día a hacerle la misma pregunta v la respuesta fue: 'No hay mente. No hay Buda'». Y el discípulo protestó: «Pero si el otro día me dijiste: 'La mente es Buda...'».
Replicó el Maestro: «Eso lo dije para que el niño dejase de llorar. Pero, cuando el niño ha dejado de llorar, digo:
No hay mente. No hay Buda ».
Tal vez el niño había dejado de llorar y ya estaba preparado para la verdad. De modo que lo mejor era dejarle solo.
* * *
Pero cuando empezó a predicar su recién descubierto ateísmo a otras personas que no estaban preparadas para ello, hubo que frenarle: «Hubo una época, la era pre-científica, en que los hombres adoraban al sol. Vino después la era científica y los hombres se dieron cuenta de que el sol no era un dios; ni siquiera era una persona. Por fin, vino la era mística y Francisco de Asís llamaría 'hermano' al sol y hablaría con él».
«Tu fe era la de un chiquillo aterrorizado. Y ahora que te has convertido en un hombre audaz, la has perdido. Ojalá llegues algún día a ser un místico' y vuelvas a encontrar tu fe».
* * *
La fe no se pierde jamás por buscar sin miedo la verdad. Sólo las creencias que expresan la fe se ven nubladas durante algún tiempo; pero, llegado el momento, se purifican.
Una vez llegó un profeta a una ciudad con el fin de convertir a sus habitantes. Al principio la gente le escuchaba cuando hablaba, pero poco a poco se fueron apartando, hasta que no hubo nadie que escuchara, las palabras del profeta.
Cierto día, un viajante le dijo al profeta: «¿Por qué sigues predicando? ¿No ves que tu misión es imposible?».
Y el profeta le respondió:
«Al principio tenía la esperanza de poder cambiarlos. Pero si ahora sigo gritando es únicamente para que no me cambien ellos a mí».
Albert Einstein: su lado humano 1954"Una doctrina que se mantiene no en la luz clara sino en la oscuridad, que ya ha causado un daño incalculable al progreso humano, necesariamente perderá su efecto en la humanidad. En su lucha por el bien ético, las personas religiosas deberían renunciar a la doctrina de la existencia de Dios"
"El problema con el mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas."
El indígena en la duda preguntó:
-Si no sé nada de tu dios y del pecado, ¿Me voy a condenar? ¿Iré al infierno?
Y el misionero le respondió.
-No, sólo si lo ignoras.
Y el indígena indagó:
-¿Entonc
Shared 14 years ago
795 views
Shared 14 years ago
497 views
Shared 14 years ago
2.1K views